En pocas palabras, clasificar una mercancía significa determinar su correcta ubicación dentro de un sistema de clasificación para obtener el arancel nacional, así como otras restricciones y/o regulaciones no arancelarias aplicables a dicha mercancía.

Desde tiempos inmemorables ha existido la necesidad de clasificar mercancías para asignarles un valor y poder llevar a cabo actividades comerciales, desde el rudimentario trueque hasta métodos de valoración más modernos como lo es la “tarifa arancelaria”. En un principio, las tarifas arancelarias eran simples listas de mercancías, en donde se indicaban las que tenían que pagar impuestos, y las que no lo hacían.

Con el transcurso del tiempo, y como consecuencia de la ampliación del comercio surgió la necesidad de tener una nomenclatura común para todas las cosas que se compraban y se vendían, por ello, fue necesario denominar las mercancías de forma que fueran reconocidas por igual en todas partes.

A través del tiempo, y hasta la era actual, se han utilizado varias nomenclaturas, cada vez más perfeccionadas, entre ellas las más conocidas han sido las siguientes:

LA NOMENCLATURA C.U.C.I.  denominada CLASIFICACIÓN UNIFORME DEL COMERCIO INTERNACIONAL, auspiciada por la Liga de las Naciones, basada en una lista mínima de mercancía de Comercio Internacional.

LA NOMENCLATURA N.A.B. Denominada  NOMENCLATURA ARANCELARIA DE BRUSELAS.

LA NOMENCLATURA  N.C.C.A.  denominada NOMENCLATURA DEL CONSEJO DE COOPERACION ADUANERA, por la Organización Mundial de Aduanas (OMC). Actualmente, bajo el auspicio de esta última se utiliza la NOMENCLATURA DEL SISTEMA ARMONIZADO DE DESIGNACIÓN Y CODIFICACIÓN DE MERCANCÍAS, conocida comúnmente como “SISTEMA ARMONIZADO”.

La última es una nomenclatura de uso múltiple y está basada en un código de 6 dígitos que representa Subpartidas las cuales se desdoblan a 8 dígitos para nuestra nomenclatura nacional, aunque en otros países puede ser de 10  o más  dígitos. A partir del octavo dígito representan las Fracciones Arancelarias.

Metodología Simple para obtención de Fracción Arancelaria:

Sección  Capítulo  Partida Arancelaria  Subpartida Arancelaria  Fracción Arancelaria

Ejemplo:

ejemplo clasificación

Tal como lo establecimos en un inicio, la importancia de llevar a cabo una correcta clasificación, radica en el hecho de que a partir de dicha clasificación se determina la cantidad de impuestos y otros requisitos arancelarios y no arancelarios, necesarios para poder ingresar una mercancía a un determinado país.

Por lo anterior, las autoridades gubernamentales de un país (fiscales, de seguridad, de protección ambiental, etc), siempre estarán muy pendientes de que se cumpla a cabalidad la correcta clasificación de las mercancías entrantes y salientes, ya que todo está previsto para fomentar un comercio libre y profesional, pero protegiendo áreas sensibles de las industrias nacionales, que de no hacerlo podrían vulnerar el bienestar de varios sectores productivos de un país y por ende afectando la economía nacional en su totalidad.

En el caso de México, si una mercancía no está correctamente clasificada, resultará que sea cual sea la operación, ya sea de importación o exportación, se puede ver truncada o retardada por este error. Existiendo casos en que la mercancía puede ser decomisada por el Fisco Federal y el importador sujeto a multas y Procedimientos Administrativos en Materia Aduanera e inclusive sujeto a procedimientos de orden penal.

Por todas las razones mencionadas en los párrafos precedentes, podemos concluir que aparte de ser uno de los primeros, la clasificación arancelaria es uno de los pasos más importantes del comercio internacional. En todas sus operaciones de comercio internacio nal, busqué siempre la asesoría de profesionales en materia arancelaria, ya que eso sentará las bases de sus operaciones y las encaminará a un tráfico internacional fluido y libre de contratiempos.